lunes, 19 de enero de 2009

Abra kadabra, patas de cabra!


Con estas palabras inician sus actuaciones algunos magos, brujas e ilusionistas con la intención de predisponer al espectador antes de comenzar sus shows para los peques y no tan peques. Pero, ¿qué es la magia? ¿ existe realmente?

Hoy he visto en el periódico un artículo en el que se daba a entender que los magos en general eran unos"timaniños" ¿Por qué nos preguntamos de dónde saca la carta exacta Tamariz? o ¿cómo logra hacer desaparecer el "conejito" delante de nuestras narices? y no nos preguntamos en cambio, ¿cómo ha conseguido alejarnos de nuestra realidad por completo y transportarnos a un mundo mágico en el que no cabe la preocupación, la tristeza o la rutina del día a día? en el que volvemos a mirar la encimera de la cocina por encima de los hombros, a comer bocatas de chocolate a media tarde y hacer pócimas con la pasta de dientes y el after-seif de tu padre... a la niñez.

En mi opinión, ahí reside la magia o el duende de estas personas.

Cuando era una enana, me encantaba jugar a las brujas con mi prima. Todo lo relacionado con la brujería, hechizos, pócimas... nos alucinaba. Nos gustaban hasta los gatos..que hoy me dan pánico. Era genial porque cuando éramos brujitas nada era imposible, no teníamos miedo a nada. Bueno ni miedo, ni vergüenza.

Hoy necesito volver a ser brujita, a pensar que un mundo mejor es posible; regresar a ese país de Nunca Jamás donde no existe la cobardía, el rencor o la hipocresía. Donde nadie puede hacerte daño y tu no puedes causar dolor a nadie; donde un simple beso cura las yaguitas, las cicatrices del alma...

Así que ya está decidido, hoy desenfundaré mi escoba y volveré a surcar el cielo de la noche en busca de la luna. No os asustéis si estáis en vuestro salón y os quedáis sin cristal de un escobazo, ya sabéis que lo de pilotar nunca fue mi fuerte... pero la bruja ha vuelto: ABRA KADABRA, PATAS DE CABRA!

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